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Mostrando entradas de mayo, 2011

AMAR EMPIEZA POR A

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Amanece, ¡qué no es poco!, sentada en la playa espero ver salir el Sol, mis hombros están mojados del rocío que cae como si fuese polvo de estrellas, en ese preciso instante que salen los primeros rayos, es un momento único, aún quedan algunas nubes de la noche anterior…………. Puedo oír a las primeras gaviotas que anuncian su jornada laboral, la arena de la playa aún está mojada, por minutos mi mente descansa, puede más la magia del momento. El agua del mar cambia de color, apenas hace varias horas que cambió la marea, la luna le ha dejado “cuartelillo”, ella, la mar también está en calma. Los peces más atrevidos saltan al exterior buscando la luz. Las barcas de arrastres se ven a lo lejos faenar,  el varadero permanece solitario a la espera del regreso de los pecadores jubilados a “echar el día allí”, donde la humedad cala los huesos y los pulmones no saben respirar sino es ese aire…………… Algunas lágrimas caen y detrás de cada una de ellas, emociones sin sanar; - vengo buscando oír mi in

"DISCULPE EL SEÑOR"

Sentado en un banco de la estación de autobuses cómo si de un viajero más se tratase me encontré a “Roberto”, así lo bauticé pero nunca supe su nombre porque ni tan siquiera cruce ni una sola palabra con él, aquella tarde de Primavera…… Os cuento  “ sentada ya dentro del autobús que me llevaría a mi destino, mientras subían los últimos y rezagados pasajeros, mi mirada me llevó hacia un hombre de media edad sentado en un banco junto al andén, parecía esperar su autobús , pero cuando fijé mi mirada en él, observé a un hombre con una mirada  perdida y serena a la vez; rápidamente miré su vestuario y en apenas décimas de segundo supe que no estaba esperando un autobús en concreto…..;Junto a él, un carrito de la compra repleto de bolsas…; iba vestido con prendas ya viejas y unos zapatos pocos apropiados para el mes de Abril ,sus manos hablaban de soledad, manos grandes  y robustas acostumbras a trabajar, manos entrecruzadas y con el típico juego de dedos pulgares ; Llovía, no paraba de llov