ALGODÓN DE AZÚCAR
“Llegó a la edad adulta sin saber muy bien qué hacer con su vida, de pequeña soñaba con viajar en “Globo”, se pasaba horas y horas imaginando que las nubes eran animales en permanente movimiento, le gustaba el algodón de azúcar, le encantaba ese olor a palomitas de maíz recién hechas en el cine de verano. Ayudaba en casa, aunque se despistaba; la podías ver cómo bailaba y se subía a los tacones de su hermana mayor, siempre delante del espejo de su habitación….”siempre soñando”; Era tremendamente curiosa, lo preguntaba todo y eso a su padre le hacía enfadar, el “pobre hombre” no tenía respuestas para todo, a penas sí sabía leer, le tocó vivir dentro del bando vencido. Su madre, mientras la vestía para ir al colegio, siempre le decía lo mismo: “aprende hija, que no te pase cómo a mí, estudia y te harás una mujer libre. Pasaron los años, muchos desde entonces, y sigue soñando con poder viajar en globo, también sigue subida a unos tacones, ahora ella nuevamente se pone dela