Y esta Postal desde Casa (RENACER)
Ahora al volver a casa; a un presente incierto, confuso, te diría en este instante, mi corazón se resiste a olvidar lo que aprendí, viví y experimenté allá en América; mis ojos se llenan de lágrimas al recordar aquel lugar, una sensación parecida ya sentí al volver del “camino”, aunque nada comparable; Aprendí a reconocerme en la mirada, de un niño con “hambre de prosperidad”, en la bondad de una chica que te procura la mejor visita a su pueblo y a sus orígenes; me rendí a la amabilidad y a la hospitalidad de un pueblo humilde. Me perdoné y olvidé al ritmo de un tren que viajaba entre desfiladeros de montañas, camino de Machupicchu. He contemplado la belleza de las montañas y de culturas ancestrales, he disfrutado de la variedad de palabras y de la evolución de mi habla, de mi lengua, de mi idioma. He experimentado en mis huesos la humedad del trópico; aprendí que el “mal de altura” es un estado mental y no físico; He contemplado la Naturaleza en estado puro, de ella nac