...Y esta postal a orillas del Río Madre de Dios


Un avión desde la ciudad de Cusco hacia Puerto Maldonado, esta ciudad lleva el título de capital de la Biodiversidad de Perú, allí nos espera un curioso autobús “amazónico” para llevarnos a Capitanía y navegar por el río Madre de Dios, es un río internacional, ya que también discurre por la parte noreste de Bolivia, este río tiene un buen caudal, se encuentra en una zona muy húmeda de la Amazona Peruana.
La actividad económica del río es la extracción de oro, las plantaciones de mango y la tala selectiva de árboles y en los últimos años el turismo aventurero o amazónico.
Al llegar al puerto de la ciudad, coincidimos con un grupo de turistas israelitas, con este grupo nos ha tocado esta vez navegar por el río hasta llegar a nuestro lodge amazónico (albergue en español).
Una vez instalados en las barcas, iniciamos nuestra travesía por el río, no es un río de aguas cristalinas, tiene un color marrón rojizo, provocado por la gran cantidad de minerales y lleva  además consigo muchos troncos; es un río amplio; mientras navego me viene a la mente la imagen de una de las últimas películas del mítico Humphrey Bogart “la Reina de África”,…..es emocionante, estoy nerviosa, no me quiero perder nada de lo que veo, quiero retener en mi memoria visual todo ; un sin fin de mariposas revolotean a nuestro alrededor, dicen que esta zona se puede ver 700 clases diferentes, y puede que sea cierto unas cuantas menos vimos pero todas con una gran belleza y distintos colores y tamaño. En ambas laderas del río, vemos distintos albergue, unos 40 hay en esta zona, donde te puedes albergar para disfrutar de tu estancia en esta parte de la amazona.
A medida que pasa el tiempo, me voy relajando, el agua ya está haciendo su trabajo terapéutico, miro a mi alrededor y muchas de las personas que nos acompañan este trayecto están dormidas, incluido el guía que por momento cierra los ojos para descansar; la humedad y el calor de esta zona hace que la vida sea un poco más lenta de lo normal, el reloj de pulsera no tiene sentido en este lugar, es el reloj del Sol el que ordena y manda.
Una hora y veinte minutos más o menos hemos tardado en llegar al albergue; por fin hemos llegado ¡Guau!; Justo cuando atraca la barca, unas cuantas mariposas nos dan la bienvenida al lugar y además degustamos un delicioso jugo de papaya….
El albergue son un conjunto de casitas de maderas todas ordenadas en perfecto orden, respetando la fauna y la flora del lugar, al llegar vemos como distintos pájaros de colores también nos saludan, al llegar a nuestro bungalow, me descubro a mi misma con esa mirada de admiración y de asombro de una niña pequeña que descubre por primera vez animales en libertad.
El albergue tiene un toque romántico y salvaje, esto también me recuerda un poco a otra película dirty dancing, mientras escribo, (me doy cuenta que estoy bastante influenciada por el cine)……
La humedad empieza hacer su trabajo y el calor casi no te deja respirar, sí pero puede más las ganas de ver, sentir y disfrutar del entorno, pienso, respiro profundamente, bebo agua y me relajo, ahora sí dispuesta a disfrutar de la magia de la selva……..

Comentarios

  1. Que es lo próximo que vamos a ver...ya estoy impaciente ¡¡¡

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