Una mágica locura

Ella iba por la calle pensando
que era mágico todo lo que le rodeaba, así que nunca en su caminar encontraba
nada feo y si se lo encontraba ella con su magia lo envolvía de colores.
Él un día se gastó el premio de
un boleto de lotería en flores para ella, lo curioso es que las compró una
semana antes de poder ir a visitarla y el día de la visita, las flores estaban
mustias.
Eran novios, al menos él lo
pensaba y pensaba que ella lo sabía, porque sus pensamientos eran
transparentes; en cambio ella pensaba que su historia con Lucas era mágica
porque sus pensamientos eran mágicos y él era el mago en su vida.
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