SU NOMBRE
Cada mañana era un
ritual, los rituales le daban desconfianza y confianza era lo que necesitaba
para hacer aquel ritual.
Prendió luz a una vela e
invocó al Dios Sol y la Hermana Luna y en un papel muy arrugado el nombre de su
amado, le dijeron que lo hiciera con la Luna Nueva en Leo y el fin de los
eclipses para que su energía se desbloqueara.
Todo listo, la vela y el
papel menos su confianza en aquel ritual.
Cerró los ojos, respiró
hondo y dejó ir su deseo en su papel escrito debajo de la vela roja para allanar
caminos...al abrir los ojos el papel se había abierto y no era el nombre de su
amado el que estaba escrito, algunas lágrimas se deslizaron por sus mejillas,
casi sin respiración se atrevió a leerlo en voz alta, era un nombre de mujer,
era su nombre.
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