DOÑA JUANITA (TERCERA PARTE)
No
es una belleza o al menos eso se lo hicieron saber desde muy pequeña; su madre
sí que es alta, esbelta, rubia ya saben, “las rubias en el sur pueden ser
exóticas, su piel blanca como el nácar, sus piernas casi perfectas; Sus
hermanos son de buen ver, tienen buena percha, le dice Antonia, “la tata”,
también comenta “la niña también es clarita pero nada comparable a Doña Inés.
La
niña, ya se hizo mujer y al igual que todas las mujeres quiere ser amada deseada a la vez que respetada por un príncipe
que la rescata de esta familia que le tocó nacer y aún no sabe para qué……
Sueña
con los protagonista de cada novela que lee, sueña que un día al doblar aquella
calle le conduce a la escuela, aparecerá el hombre de sus sueños, elegante,
sonriente bien educado y por supuesto con mucha experiencia con las mujeres que
le enseñará las labores de alcoba; será a él a quién le entregará su corazón,
su cuerpo desnudo y todo su ser y mientras espera a ese amado; su corazón llora
dentro de su cofre de hielo, ella se vuelve más agria , más amarga y avinagrada………………….
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