DOÑA JUANITA ( CUARTA PARTE)


Este invierno está siendo muy duro para Doña Juanita, demasiado frío y mucha humedad; Hoy por fín después de una semana ha salido el Sol;
Desde la ventana de su salón puede ver la calle principal del pueblo, hoy un grupo de pequeños van de excursión, a visitar la parte antigua del pueblo, sin querer les sigue con la mirada y recuerda con nitidez aquel día que siendo maestra y joven la vida le propuso cambiar el rumbo….

Era hora del recreo, esta mañana no le tocaba vigilar a los infantes e infantas pero a Juanita le gusta tomar el sol de invierno; mientras estaba allí sentada en uno de los bancos del patio, las niñas estaban alborotadas, saltaban, gritaban e incluso la portera de la escuela estaba con ellas chismorreando o murmurando algo…..
Pasados unos minutos se le acerco la Señora directora del centro y le comunico a Juanita que estaba allí ya el nuevo maestro de LITERATURA Y LENGUA CASTELLANA…..”por favor Juanita serías tan amable de venir a mi despacho para conocer a Don  Fernando….
Sí otorgo con la cabeza y con la mirada, ella esa mañana estaba tranquila, sosegada, los rayos del sol de invierno le gustaban y disfrutaba de ellos y de su calor.
Al llegar al despacho, aún no estaba el maestro, el crujir de la puerta le dijo que entraban al despacho, allí estaba Fernando, con sus gafas de lectura colgadas, media melena peinada hacia atrás, rebeca marrón clarita, pantalones informales y viejos, zapatos muy usados, camisa que sería blanca pero ahora con el paso del tiempo tenía  un color indefinido, con un acento castellano, distinto, muy distinto al que ella estaba acostumbrada, muy correcto, educado, ojos marrones, manos grandes y dedos finos para tocar cualquier instrumento musical con una media sonrisa que a ella la volvió loca de atar desde ese instante…
Desde de las debidas presentaciones, la Directora, que confiaba plenamente en la profesionalidad de Juanita, le indicó que ella, le presentará el ideario del colegio y la programación didáctica que él, debería llevar a cabo en estos meses;
Hablaron un buen rato, de la maestría, de libros, de literatura e incluso de viajes que Fernando ya llevaba en esa maleta de maestros por toda la piel de toro…………
Ella correcta, educada y sorprendida, por primera vez hablaba con un hombre de “tú a tú” en las misma condiciones; eso jamás le había pasado antes, era impensable poder hablar con sus hermanos o familiares varones de literatura, de política o de teatro.
Él, respetuoso, educado se ofreció a acompañarla a casa después del trabajo, ella lo rechazó por razones evidentes, ella era una señorita de pueblo, una señorita soltera que no podían verla en el pueblo acompañada por aquel hombre forastero……
Fernando aceptó las escusas de Juanita, él la comprendió y se fue casa, a la casa de los maestros; en un callejón húmedo sin que apenas entrara la luz.  Estaba ubicado el bloque de los maestros; allí vivían más maestros que llegaban al pueblo por primera vez y no podían pagarse el alquiler de una vivienda en ese curso escolar.
Ella, cuando llegó a casa, estaba un poco sofocada e incluso nerviosa, las manos le sudaban e incluso sus ojos brillaban, todo aquello no era  normal…
Su tata Antonia, al verla en ese estado emocional, le pregunto”¿ niña Juanita  le ha paso? ¿Todo marcha bien? Si dijo ella sin prestarle mucha atención, se marcho inmediatamente a su habitación y no salió de allí en toda la tarde;
Cuando se dispuso a leer, no podía, su imagen, la de él, le venía a la mente una y mil veces, su voz era especialmente sensual y encantadora, algo en ella había cambiado y no sabía qué…..
Pasaban las semanas y todo transcurría con normalidad en la escuela, tan solo que las alumnas estaban más revoltosas de lo normal, iban encantadas a las clases de literatura, el maestro recitaba poemas de amor, les leía trocitos de novelas y además les contaba historias y cuentos llenos de personajes apasionados con vidas llenas de aventuras y amantes prohibidos; todo esto estaba prohibido por el Régimen , pero el maestro les contaba las historias más suaves y disfrazadas y nadie sabía muy bien si eran de libros o relatos que él imaginaba………..
Ella, lo observaba, lo miraba, se sabía bien cada movimiento, su caminar, intuía que no disponía de mucho dinero porque prácticamente siempre iba igual vestido, pero todo eso no tenía importancia, a ella al igual que a las alumnas le fascinaba este hombre moderno que llenaba de luz la vida de estas niñas-adolescentes y la de ella, al menos, su vida interior.

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