HIPO
Los lunes no quería
amanecer en otra cama que no fuese la suya, tenía un secreto; todos los lunes
le despertaba el hipo, era rarísimo, pero le sucedía cada lunes desde que
cumplió ocho años.
A veces se preguntaba por qué a ella; se había convertido
en un ritual, todos los lunes. Los domingos casi siempre estaba más nerviosa de
lo normal, como era un secreto no quería compartirlo con nadie, solo pensarlo
ya le ahogaba la pena, le sudaban las manos e incluso lloraba, no recordaba un
solo lunes sin hipo.
Este domingo se dejó
llevar por el susurro de una voz que le invitaba a quererse y dejarse querer,
se olvidó de su ritual y de su ahogo de vida y durmió en otros brazos que no
eran los suyos, al amanecer era lunes y el hipo ya no le despertó, por un solo
instante respiro vida
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