ENTRE VINOS, RISAS Y CARCAJADAS I


¡Miró en su agenda!, quince días para sin lugar a dudas iba a ser el mejor día de su vida “su boda”: ¡Todo estaba ultimado!, las últimas confirmaciones de asistencias llegadas desde Berlín, Canga de Onís  y Chicago.
Amigos y familiares se disponían a acudir a la unión de dos personas maravillosas. Él, en estos últimos días apenas tenía tiempo para descansar, deambulaba por el despacho como flotando en una nube, su teléfono no para de sonar, atendía a su madre e iban confirmando las habitaciones reservadas en los mejores hoteles de la ciudad para sus amigos y familiares que llegarían desde otros lugares del mundo.
“Pensó” tengo que ir al sastre a recoger mi traje, pero no obstante se lo recordó una alarma en el teléfono móvil. Esa tarde cuando salió del despacho de archivar las últimas copias de los poderes notariales, volvió a sonar su móvil, “y era  Luis, su mejor amigo de la facultad, lo llamaba para saber si tenía un hueco en su agenda, para quedar y tomarse unos vinos y recodar  “viejos tiempos”
Quedaron en una taberna de moda de la ciudad, Luis era ese tipo de amigos que aunque pasara mucho tiempo sin verlo al minuto conectaban y las risas y la complicidad era casi instantánea.
Entre vinos, risas, carcajadas y algún recuerdo con tinte melancólico se pasaron las horas y  olvidó que tenía un cita con su prometida.
Se dejaron llevar y siguieron la noche un pub que parecía desde fuera idóneo para seguir recordando y hablando de viejos tiempos.
Si querer, pero suele pasar al hablar de hechos acontecidos en el pasado, vuelven los recuerdos y con ellos las emociones, y como dice la canción “aquellas pequeñas cosas que uno se cree que las borro el tiempo y la ausencia pero tienen billetes de ida y vuelta”.
No pudo, ni quiso resistirse y preguntó por Ana..¿Qué era de ella? ¿Cómo estaba?, Luis le comentó; ¡uy que curioso! Hace unos días cuando recibí tu invitación para tu enlace justo estaba con ella, en casa tomándome un té, y se alegró de tu felicidad pero yo le vi en sus ojos un destello de melancolía……
-Ahora está un poco mejor pero desde que rompió con Pedro, le ha sido duro retomar su vida, ha sido fundamental su fuerza interior y poco a poco sus ojos vuelven a brillar.
Según iba hablando Luis….un millón de emociones, sensaciones distintas sentía….no podía parar de pensar en ella, en sus ojos , en sus labios, en su risa, en su sensualidad………………
Se fue a casa, a penas pudo dormir bien…las horas que puedo conciliar el sueño fue por el efecto placebo del alcohol. Cuando despertó no se encontraba bien….estaba revuelto, pensó que era resaca  pero justo cuando se dispuso en frente del espejo del cuarto de baño y se miró descubrió que había algo más!
No podía parar de llorar, de vomitar, un sudor frio recorría cada poro de su cuerpo, miles de pensamientos y todos hacia una misma dirección SU BODA.
Llamó por teléfono al despacho y comunicó que se encontraba indispuesto, no fue al trabajo, era la primera vez en 5 años . Nunca antes tuvo tanto miedo………..
Se quedó tumbado en el sofá de casa, envuelto en una manta, el sudor que bajaba por su espada le provocaba frío y calor a la vez, su temperatura corporal desaparecía por momento, e intentaba dormir y acallar esa voz que insistía una y mil veces en lo mismo (Ana..boda, Laura, familia, amigos, invitados…)”todo él, era una montaña rusa”.
-Mientras Laura, su prometida seguía con el entusiasmo propio de los días previos a un hecho tan importante como su boda…ajena a todo el terremoto emocional que invadía la mente de su prometido quedó con sus amigas para su “despedida de soltera”

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